Se acerca el final de la legislatura y parece momento adecuado para mirar atrás y ver como ha cambiado nuestro pueble en estos últimos cuatro años. En el interior de este documento os ofrecemos un pequeños resumen del trabajo de estos cuatro años. Cuatro años que arrancaron con la apertura de la nueva Biblioteca, convertida hoy en un elemento fundamental de la vida cultural y formativa de nuestro pueblo y acabará en mayo (no antes por mucho que algunos quieran) con nuevas mejoras para nuestro pueblo.
En estos cuatro años de dura crisis económica desde el Ayuntamiento se ha continuado trabajando cada día por mantener los servicios municipales que ya se estaban ofreciendo e incluso, se han conseguido poner en marcha nuevas iniciativas en materia de formación de jóvenes (nuevos cursos, ampliación horario de la biblioteca en época de estudios...), en materia de apoyo a los desempleados (formación, contrataciones directas, etc...), en temas de mayores, de nuevas tecnologías, de atención al público, de apoyo a los emprendedores y el comercio local... Se ha conseguido mantener todo nuestro rico tejido cultural y deportivo consiguiendo ampliar la oferta cultural (teatro de calle, premios literarios...) y mejorar instalaciones (nueva sala de ensayos musicales, mejoras en polideportivo y pabellón, nuevas actividades deportivas...).
En materia de obra pública se ha completado gran parte de la reforma del centro histórico y se ha podido afrontar ya la mejora de calles más allá de este núcleo (Sta. Maria del Puig, Jaume I, Paz, San Vicente...). Igualmente importante ha sido todo el proceso de renovación de la iluminación pública, mejora de la red de agua potable, alcantarillado, del sistema de recogida de residuos... y haciendo que todo esto fuera compatible con una importante reducción de la deuda pública de nuestro Ayuntamiento qu en este momento se sitúa por debajo de la media de los ayuntamientos españoles.
Seguir siendo Picanya
Y ha seguido nuestro pueblo fiel al modelo por el que apostamos desde hace años: construyendo una Picanya a la medida de las personas, donde los servicios públicos garanticen la mejor atención y la igualdad de oportunidades. Un pueblo verde, sostenible, solidario, saludable... un pueblo mejor en definitiva como queremos que pueda seguir siendo Picanya por muchos años. En las manos de picanyeros y picanyeras vuelve a estar la decisión.